Mejorar la movilidad eléctrica urbana, y alcanzar la última milla sostenible para las ciudades no es el único desafío al que se enfrenta la tecnología. Los casilleros de entrega automatizados, algunos en los vestíbulos de los edificios y otros alimentados por vehículos autónomos, se pueden abrir a través de una aplicación de teléfono inteligente.

Volvo y otros fabricantes de automóviles están experimentando con servicios de entrega en el automóvil, donde una llave digital unidireccional permite el acceso para entregas en la cajuela de un automóvil. Amazon y Walmart incluso piden permiso para entrar a tu casa.

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Para que todo esto funcione, necesitamos mejores datos. La ciudad de Seattle se ha asociado con el Laboratorio de Transporte Urbano de la Universidad de Washington para recopilar datos que les ayudarán a recorrer los últimos 50 pies desde la acera de la ciudad hasta la puerta principal de una persona. El Laboratorio de Logística de Megaciudades del MIT creó mapas en línea de código abierto para proporcionar detalles de las cadenas de suministro urbanas.

Las ciudades podrían comenzar a requerir servicios basados ​​en aplicaciones como Uber y Lyft para divulgar sus datos ahora privados. Combinado con sensores móviles y fijos en áreas urbanas, esto ayudará a los planificadores a identificar oportunidades y monitorear el impacto de los programas piloto.

La clave para evitar que el crecimiento urbano se estanque será que los líderes de la ciudad adopten la colaboración de múltiples partes interesadas. La ciudad de Nueva York y Seattle se dieron cuenta de que no podían hacerlo solos cuando desarrollaron planes integrales de movilidad que incluían la planificación logística.

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Los líderes empresariales se hacen eco de esto en un estudio realizado por Mooevo, en el que el 72 por ciento de los encuestados reconoce que las empresas deberían trabajar en estrecha colaboración con los funcionarios de la ciudad para identificar y abordar los desafíos ambientales y sociales urbanos.

Los centros urbanos en constante crecimiento se encuentran en una encrucijada. Para evitar tomar decisiones o aprobar legislación que conduzca a consecuencias no deseadas, los funcionarios de la ciudad deben tomar la iniciativa al comprometerse con las partes interesadas y educar sobre las ventajas y desventajas involucradas en el traslado de personas, además de los bienes y servicios, que necesitan para una vida saludable, segura y justa. ambiente. Sin mencionar el milagro de la entrega el mismo día.

Las ciudades europeas están aún más congestionadas debido a la demanda y el uso de vehículos de motor por parte de una población urbana en crecimiento. Estos vehículos satisfacen las necesidades diarias de movilidad de los residentes y viajeros, ya medida que aumenta la densidad, aumenta la congestión, los espacios de estacionamiento se vuelven más escasos y el ruido y las emisiones contaminan el entorno urbano.

Estos factores afectan la calidad de vida y la salud de los habitantes de las ciudades e inevitablemente atraen más la atención de los responsables políticos. Según la hoja de ruta para la próxima década adoptada por la Comisión Europea, uno de los objetivos más importantes es: cero automóviles de propulsión convencional en las ciudades para 2050 y se promoverá «el uso de vehículos de pasajeros de carretera más pequeños, livianos y especializados» para promover transporte urbano más limpio y desplazamientos para lograr (Comisión Europea (2011)).

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Una de las soluciones más viables para limitar estos factores son los vehículos de categoría L (LV), también conocidos como Powered Two Wheelers (PTW1), con una proporción creciente de vehículos eléctricos. Alrededor de 35 millones de usuarios en Europa conducen regularmente motocicletas porque brindan una respuesta concreta a las necesidades prácticas: son más cortas y estrechas que un automóvil y conservan su movilidad en los atascos.

Es un hecho que más del 60% de los viajes son de desplazamiento, uso y uso práctico. Los tiempos de viaje se reducen hasta en un 48%. El espacio se utiliza de manera más eficiente: hasta 5 motocicletas caben en una plaza de aparcamiento. El impacto ambiental es muy pequeño: en condiciones reales, las motocicletas emiten un 50% menos de CO2 que los automóviles para la misma distancia (Ducreux (2008)).

Hoy, sin embargo, la tasa de adopción de vehículos eléctricos de clase L (ELV) no es lo suficientemente alta como para tener un impacto significativo en la mejora de las condiciones de vida urbana. Los vehículos L eléctricos actualmente en el mercado están limitados en su distribución principalmente por el costo y el rango operativo; Por ello, en muchos casos, no ofrecen al conductor una experiencia superior en cuanto a confort, maniobrabilidad, estabilidad, etc.

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